Antes de nuestro descanso veraniego os hablábamos de cómo escribir un email perfecto y la importancia que tiene cuidar sus tres partes: el encabezado, el cuerpo y el cierre. Sin un buen encabezado, ya podemos hasta ofrecer descuentos en nuestro texto que nadie lo leerá, y, ¿cómo potenciamos ese encabezado? Con el asunto de nuestro correo.
La tasa de apertura de nuestros emails depende mayoritariamente del mismo, ya que gran parte de la decisión de abrirlo se basa en la atracción que provoquemos en el destinatario. Y es que, en estas ocasiones y aunque intentemos engañarnos… ¡La primera impresión es la que cuenta!
Aquí tienes 7 consejos para escribir la línea de asunto perfecta para un correo:
- Menciona lo más destacado de tu email, tienes que tener claro su contenido y decidir lo más llamativo que contiene (quizás una palabra clave).
- Fomenta la sensación de urgencia e incertidumbre. Haz sentir al destinatario que si no abre el correo se va a perder algo o provócale curiosidad, ambas sensaciones harán que el receptor lea el contenido. Un buen CTA es CLAVE en esta estrategia.
- Evita palabras como gratis, premio o urgente, los servidores de correo electrónico pueden detectarlas como spam. Evita el exceso de emojis, los signos de exclamación y los caracteres especiales.
- Cuanta más personalización, mejor. Siempre que la longitud del asunto y el contenido te lo permitan, intenta que se sienta lo más cercano posible. Podrías comenzar el asunto poniendo el nombre del destinatario, provocando la sensación de que nos dirigimos directamente a él.
- Comprueba la longitud. Aunque cada proveedor de email tiene un límite de caracteres distinto, asegúrate de que tenga menos de 41 caracteres.
- Determina el rendimiento de tu asunto haciendo un test A/B entre tus contactos, y, ¡recuerda! Segmenta en partes iguales para ver qué funciona mejor.
- ¡Mide tus resultados! La mejor manera de hacerlo es la tasa de apertura, ¿cuánta gente lo abre en relación a la gente a la que se lo has enviado? Ahí tienes la clave.