El clásico de Tom Cruise ha vuelto 36 años después con una secuela que ha entusiasmado a los fans más fieles de esta película: los reclutadores de la US Navy.

Estrenada en el Memorial Day (“Día de los Caídos” en Estados Unidos), varios cines a lo largo del país contaron con la presencia de puestos de reclutamiento, tanto de la Marina como de la Fuerza Aérea (a pesar de que la película es sobre los primeros), para no perder la oportunidad:

Y es que aunque nos pueda sorprender, saben perfectamente lo que están haciendo. De acuerdo a la US Navy, tras el estreno de Top Gun en 1986 su reclutamiento aumentó un 500%. Una cifra más que positiva si además tenemos en cuenta que las fuerzas militares en aquellos años estaban de capa caída, en gran parte como consecuencia de la guerra de Vietnam.

Las acciones de reclutamiento además no se limitan a los puestos en taquillas. Justo antes de comenzar la película, se proyecta un anuncio de reclutamiento de nivel cinematográfico que encaja perfectamente con el tono y estética de la película, hasta el punto de que por un segundo, podrías pensar que está comenzando el filme y no un spot:

Es decir, el idilio Top Gun & US Navy viene de hace tiempo, e incluso forma parte de la cultura de la fuerza aérea de la Marina. Por ejemplo, ¿sabías que en la Navy’s Fighter Weapons School (la institución conocida como Top Gun y en la que se inspira el filme), está multado citar frases de la película?

La multa asciende a… 5$. Sí, no se trata de un castigo sino más bien de un acto simbólico para preservar la solemnidad de la academia y que no se acabe convirtiendo en una parodia dentro de la institución, como explica el Comandante Guy “Bus” Snodgrass en su libro “Topgun’s Top 10: Leadership Lessons from the Cockpit”: you don’t turn Topgun into a joke by referencing the movie.

En esta nueva entrega, la película cuenta con aviones reales de la institución que costaba a la producción 11.000$ a la hora, seguramente un precio asequible si consideramos el dinero que puede suponer el uso de estos aviones.

Aún está por ver la influencia que provocará esta nueva entrega en número de alistamientos, pero viendo los precedentes es más que natural aprovechar la secuela para lograr sus objetivos de reclutamiento.

Top Gun es un ejemplo perfecto de cómo un contenido puede llegar a influir en los objetivos de una institución, aunque no es la única película que ha causado gran efecto tras su estreno: es famoso también el caso de “Buscando a Nemo” y la compra masiva de peces payaso en las tiendas de animales, o pedir Coca-cola con vainilla en los años 90 que es lo que bebe Vincent en Pulp Fiction.

¿Más ejemplos?

La innegable vuelta de los 80 gracias a Stranger things, el aumento de jugadores de ajedrez y ventas de este juego tras la serie Gambito de Dama, hordas de viajeros yendo a Alaska a buscar el bus abandonado de Alex Supertramp (Into the wild) o a Nueva Zelanda a sentir el universo de El señor de los anillos y, aunque no tenemos datos, a saber cuántos se apuntaron a clases de baile inspirados por Dirty Dancing.