Estamos en el momento más importante para decidir el modelo económico de los creadores. Después de una década de inacción, tanto el Creators Fund de TikTok como la aparición de la Web3 han puesto el mercado patas pa’rriba.

Históricamente, las plataformas sociales de la Web2 han adoptado un enfoque de "no intervención" en la monetización de los creadores. Los creadores las utilizaban para crear una audiencia y eran ellos los que se buscaban las castañas para monetizarlo.

Mientras tanto, las plataformas Web3 son pioneras en una nueva forma de monetización. Permiten que los creadores sean "dueños" de su audiencia y que los fans se beneficien económicamente de su crecimiento.

Web2: enfoque centralizado

Después de una década de inacción, las plataformas Web2 han despertado por fin en la necesidad de ayudar a sus creadores a ganar dinero.

Los fondos para creadores, siendo el Creators Fund de Tik Tok el pionero, fueron solo el inicio; y lo que provocó que finalmente las plataformas Web2 se pusieran a crear funcionalidades para que los creadores puedan monetizar sus audiencias.

Desde superfollows hasta microdonaciones, parece que después de 10 años de vida las plataformas se preocupan por incentivar la creación de contenidos de valor.La gran duda de este nuevo enfoque es si las relaciones entre los fans y los creadores en la Web2 son aptas para formas de monetización más allá de los anuncios. Las plataformas Web3 sostienen que no.

Web3: un enfoque alternativo

Las aplicaciones sociales de la Web2 se crearon sobre un modelo de negocio basado en la publicidad. Un modelo en el que las plataformas tienen todo el poder. No son pocos los creadores que ya hablan de la falta de transferencia y desequilibrio de poder en su relación con las mismas.

El modelo de las plataformas Web3 busca mejorar la forma en que los creadores capturan el valor de lo que crean. Y lo hace al permitirles ser realmente dueños de sus audiencias, sin la interferencia de una autoridad centralizada, a la vez que permite a los seguidores invertir en el éxito futuro de un determinado creador.

Hasta ahora lo hemos visto principalmente a través de ventas de NFTs, tokens sociales y DAOs. El creador gana dinero con la venta original del activo o token, y posee algo que (con suerte) aumentará de valor.

Los fans, por su parte, se ven recompensados por haber sido los primeros en apoyar el proyecto y esperan poseer algo que aumente de valor y sea transferible en los mercados secundarios de bienes digitales.

Si el modelo es mucho mejor, ¿por qué aún no ha tomado el mercado?

La principal ventaja de las aplicaciones sociales centralizadas es que agregan la atención de los consumidores. Si las plataformas Web3 quieren reemplazar completamente las aplicaciones sociales existentes, tendrán que potenciar el descubrimiento.

Hasta ahora los únicos que han conseguido beneficiarse de los modelos descentralizados son aquellos creadores que ya tenían una audiencia en la Web2.

El problema es que solucionar el descubrimiento implica la existencia de una autoridad centralizada que diseñe el mecanismo. Ergo, ¿un gran conflicto con la cultura descentralizada de Web3?

¿Conclusión?

Las aplicaciones sociales tradicionales han despertado por fin a la necesidad de mejorar las funciones de monetización, mientras que los aspirantes a la Web3 están redoblando su apuesta por un enfoque basado en la propiedad.