No es más que un estereotipo fácil: una persona mayor confundida intenta averiguar cómo realizar una tarea online. Pero, por otra parte, según Google Insights, la mayoría de los mayores son consumidores sofisticados y comprometidos con la red, que pasan al menos seis horas al día conectados y poseen una media de cinco dispositivos.
"Me encanta YouTube" Esta entusiasta afirmación no procede de un miembro de la Generación Z. Vino de Isabel, mi suegra de 61 años, que se saltó el correo electrónico pero atesora YouTube y Pinterest y los utiliza para conocer sus aficiones.
La población senior crece en tamaño y poder adquisitivo cada año. A pesar de ser el grupo de edad más rico, muchos profesionales del marketing están desaprovechando la posibilidad de comercializar con los mayores, que es, sin duda, un público objetivo lucrativo con 3,2 billones de dólares de poder adquisitivo y un valor neto cinco veces superior al del consumidor medio.
Por poner un ejemplo de comparación intergeneracional que le dejará boquiabierto, los Baby Boomers poseen casi 9 veces más riqueza que los Millennials y realizan un 20% más de compras online.
Las personas de 65 años han pasado gran parte de su vida adulta experimentando los avances tecnológicos de primera mano. Sólo tenían 36 años cuando se introdujo el primer navegador de Internet en 1992 y 42 cuando apareció Google en 1998.
Se conectan a Internet por las mismas razones que las generaciones más jóvenes (comercio electrónico, vida social, finanzas, medios de comunicación, bienestar, etc.), y ya están adoptando equipos tecnológicos vestibles e instalados en casa para ayudarles en sus tareas diarias.
La pandemia no ha hecho más que acelerar la adopción de canales y actividades digitales. Pero con todo este compromiso digital, el tiempo que las personas mayores solían dedicar a los medios de comunicación tradicionales ha disminuido drásticamente. Los vendedores que tradicionalmente han confiado en la televisión y la prensa para llegar a los ciudadanos mayores se han dado cuenta y están cambiando sus estrategias para llegar a ellos.
Dado que es probable que los conocimientos digitales de los mayores no hagan más que aumentar en los próximos años, es obligatorio que empecemos a considerarlos como un público válido al que hay que entender con datos y perspectivas, no con suposiciones y corazonadas.
YouTube y Facebook son importantes para los mayores, pero también los blogs y los contenidos de larga duración. Recordemos que esta generación no se ha criado con microcontenidos. Tienen tiempo y capacidad de atención para consumir análisis profundos.
Nosotros, como responsables de marketing, debemos dar prioridad a este público de alto valor y personalizar su experiencia con un público acostumbrado a un servicio de atención al cliente de calidad, el que existía antes de que la automatización y el autoservicio agilizaran el proceso.