Al asombroso crecimiento de BeReal, del que venimos hablando en newsletters y posts pasados, se le suma una nueva red social que apuesta por la naturalidad: Fizz.
La app de la que solo ciertos nichos hablaban hace un año después de que una joven de 20 años llegase a casa tras salir de fiesta y dijese a su padre: “'¡Papá, he conocido al próximo Mark Zuckerberg!'” comienza a ser cada vez más y más popular.
Por quien no haya escuchado hablar de esta famosa anécdota, el padre de la joven era Rakesh Mathur, un conocido fundador e inversionista en startups.
A pesar del enfado por llegar tarde de fiesta, hizo caso a su hija e invirtió la friolera de $750,000 en Fizz.
Y, de hecho, hoy en día es el director ejecutivo. Trenes que solo pasan una vez en la vida, supongo,
Y, aproximadamente un año después, Fizz acaba de cerrar una ronda inicial de $ 4,5 millones, que el mismo Mathur ha liderado.
La nueva app tiene un público hiperdefinido
¿Y en qué consiste esta novedosa red social que, desde Stanford, se está extendiendo al resto de campus universitarios de Estados Unidos?
Lo primero que debemos dejar claro es que es una app creada por y sobre todo, para estudiantes universitarios (lo sentimos si no es tu caso, pero solo se pueden registrar aquellos que tengan una dirección .edu válida para su escuela.)
Otro dato importante es que Solomon, “el próximo Mark Zuckerberg”, decidió y creó esta app tras su experiencia como nuevo estudiante de Stanford.
En su nueva universidad se sintió desconectado e inseguro a la hora de crear nuevas relaciones sociales.
Y fue justo el objetivo que tenía en mente cuando creó Fizz: ayudar a sus compañeros de clase a sentirse menos solos y formar conexiones significativas en el campus.
En la aplicación, donde solo se tiene acceso al grupo de tu campus universitario, los estudiantes pueden publicar textos anónimos, encuestas y fotos, que los compañeros de clase pueden votar a favor o en contra.
Además, los usuarios pueden enviarse mensajes directos entre sí y elegir revelar su identidad si así lo desean.
Y, aunque la parte de “anónimos” pueda dar algo de miedo, la clave, dice su fundador, que está en "la forma en que hacemos la moderación", con alrededor de unos 15 moderadores por escuela complementados por la IA.
Esto permite que las publicaciones puedan ser eliminadas en cuestión de segundos y los usuarios puedan ser expulsados y bloqueados para siempre por una simple publicación.
Esto es gracias a que cada usuario tan solo cuenta con un correo electrónico .edu.
Cuándo podremos probarla
A pesar de que actualmente solo funciona en Estados Unidos, no vemos impedimentos de su llegada y expansión internacional.
Sería como muchas de las cuentas de Instagram que hoy en día conocemos de las diferentes universidades españolas (aquellas creadas por estudiantes, no las oficiales) y que sin duda han triunfado de manera asombrosa, pero en formato app.